Metamorfosis Conceptual
Artículo de Dan Varllej / © 2014
La expresión “Patrón Conceptual” hace referencia al procedimiento de la Técnica Metamórfica que centra su atención únicamente en la zona refleja de la Concepción, localizada en los pies, en las manos y en la cabeza. En el contexto teórico de esta técnica natural, suele hablarse de “acercamiento metamórfico” en lugar de protocolo o procedimiento, con lo cual el Patrón Conceptual, o como lo denominamos aquí “Metamorfosis Conceptual”, ocupa su lugar como uno de los posibles acercamientos metamórficos.
Nombrada o denominada como "Tratamiento Conceptual", "Patrón Conceptual", o también como "Masaje Conceptual", esta faceta o acercamiento de la Técnica Metamórfica (o Metamorfosis) despliega una singular personalidad en mi opinión, tanto teórica como práctica, muy bella y fascinadora. Personalmente me gusta denominar este acercamiento como "Metamorfosis Conceptual", aunque hay expresiones que también resultan descriptivamente atractivas, como “Metamorfosis de la Concepción”, “Catalización Conceptual” o “Catalización de la Concepción”; como vemos, ya desde el inicial punto de vista expositivo se nos presenta una interesante variedad, quizás fruto o expresión de la “creatividad natural”, como veremos, del tema que nos ocupa.
En el modelo de sesión más conocido de Técnica Metamórfica, se trabaja en las zonas reflejas del Patrón Prenatal de los pies, las manos y la cabeza. Estas zonas incluyen la pequeña área correspondiente a la Concepción, representación del tránsito entre lo abstracto y lo físico, entre lo etéreo y el espacio-tiempo, entre lo espiritual y lo material. El Patrón Conceptual se apoya en estas zonas reflejo-metamórficas de la Concepción, situadas en el lateral de la primera articulación del primer dedo en ambos pies, en sus equivalentes de las manos situados el lateral de la primara articulación del pulgar, y por último en la zona superior de la cabeza (única). Su práctica es como una versión del clásico Masaje Metamórfico, ligero tacto, aproximación o pequeña vibración en la pequeña zona de la Concepción, en los pies, las manos o la cabeza.
Dado que la Concepción es el origen de lo que conocemos como vida orgánica individual, cabe pensar que en realidad, el Patrón Prenatal sea un despliegue de los patrones que conciernen solamente a la Concepción, así como también a sus colindancias pre-conceptuales, donde también entran en juego tantas influencias de variada naturaleza.
Vistas las cosas así, parece que ya en la misma Concepción comienzan a diferenciarse actitudes y conformarse patrones, por breve que sea este estadio prenatal; en muchas ocasiones se habla del “instante” de la Concepción, algo que verdaderamente es muy inexacto, pues desde el punto de vista de la biología la Concepción no es un instante sino un proceso que se prolonga cierto tiempo, con lo cual cabe pensar que durante este tiempo ocurran cosas que podemos quizás englobar en lo que en Metamorfosis suele considerarse “influencias”. De todo esto se puede pensar en la Concepción como un estadio prenatal especialmente “central” en cuanto a importancia "metamórfica", y por tanto objeto lógico de catalización, equivalente en cierta manera a un mini patrón prenatal. Apuntamos a este respecto que existe un elaborado modelo pre-conceptual atribuido a Debbie Shapiro que se inspira o reproduce de manera simétrica el paradigmático y conocido Patrón Prenatal, clásico en Técnica Metamórfica.
Para Robert Saint John, andando el tiempo desde su descubrimiento de la Terapia Prenatal, sus consideraciones sobre la "lejana" y "olvidada" Concepción, con la que todos contamos, la revelaron como el centro en cierta manera del cometido de su técnica, una idea que puede inspirar cierto exotismo conceptual a la disciplina, así como un acento definitivamente alternativo; sin embargo es quizás la inspiración más profunda y fundamental de Robert al respecto, y a la vez la que hace la Técnica Metamórfica muy sencilla y accesible, haciendo también de ello una vivencia sublime. En este sentido, el Patrón Conceptual es también uno de los escenarios del concepto Metamorfosis, pues la idea de que los cambios nacen del interior queda avalada en la realidad de la Concepción, ese ámbito de espacio y tiempo que contiene todas las características y potenciales del nuevo ser, momento donde concurren todas las influencias que desde el espacio, el tiempo y la materia pueden afectar e imprimir su impronta en la conciencia. La Metamorfosis se relaciona con esto de manera íntima, dándonos a entender que es este momento de la Concepción el que debe ser armonizado para que los cambios sean atribuibles a la verdadera Metamorfosis.
El trabajo conceptual incide en este tránsito y sus colindancias, pues sitúa la conciencia interna también en este estadio ajeno al espacio-tiempo-materia (preconcepción) en el que las fuerzas creativas son capaces de modular o “filtrar” las influencias que pueden impedir la libre expresión y florecimiento de todos los potenciales personales. Mediante este tipo de acercamiento metamórfico, se dispersan los bloqueos que en este tránsito hayan podido perturbar el completo y real despliegue de la energía e información vital-individual, que pese a tales influencias continua latente en el interior de cada ser y cada una de sus células.
La filosofía que inspira que tales fenómenos sean posibles parte de que la Metamorfosis opera al margen de los parámetros físico-tangibles que conocemos, como el espacio, el tiempo y la materia. El factor “paso del tiempo” es el que quizás tienda más a alejar nuestra razón lógica de concebir la posibilidad de la “Metamorfosis de la Concepción”; pero visto el tiempo como un parámetro, como decimos, es posible tratar de contemplar las cosas al margen de este. Si podemos imaginar la naturaleza puntual de un punto matemático, o el grosor nulo de una forma lineal imaginaria, cosas relacionadas con el espacio, cabe pensar también en poder mantener nuestra conciencia de algo al margen del tiempo. En este sentido, la Concepción se convierte en algo próximo, tanto que se identifica con nosotros “hoy”, con lo cual tenemos acceso a ella y puede ser soporte de catalización como a su manera lo son los pies, las manos y la cabeza.
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En otro orden de cosas, si cada ente de la Creación es un microcosmos que refleja o simboliza a su manera la totalidad, esto ocurre tanto en el espacio como en el tiempo, y el tránsito de la Concepción puede identificarse como ejemplo de ello, reflejo micro cósmico de la Creación del Universo, en el sentido de ser para nosotros nuestro propio momento de Creación. De ahí que en cierta manera y en cierto grado, el trabajo metamórfico en las energías de la Concepción nos pone en contacto con las fuerzas de la Creación del Cosmos, en virtud de una correspondencia entre momentos de creación que, por naturaleza, se postula deben tomar de una fuente común de energía, luz e información. Así pues, la Metamorfosis de la Concepción, o Metamorfosis Conceptual, es en el fondo "simple y esplendida Creatividad", participación en la actividad creativa del Universo.
La Creatividad sugiere continuidad y fluidez, mientras que Cambio implica en cierta manera ruptura o discontinuidad; nos centramos pues con las connotaciones de tránsito y transformación, armonización y despliegue que la Metamorfosis Conceptual nos brinda en este sentido, sea por “aproximación” a los reflejos de la Concepción, o sea a través del Mudra de la Concepción. En definitiva vibraciones que nos ayudan a “conectar” con un ámbito de tales características “alojado” en nuestro fondo más esencial de energía e información más primigenias, personales e íntimas.
Metamorfosis y Mudra Concepción
El Mudra de la Concepción se puede considerar una forma de Patrón Conceptual, o sea de trabajo metamórfico basado en el reflejo de la Concepción; en este escrito denominamos a todo ello Metamorfosis Conceptual, y de hecho, en ocasiones se habla de este mudra y de Patrón Conceptual de manera equivalente, aunque son dos procedimientos diferentes.
Este precioso mudra se considera un símbolo trazado con las manos, algo vivo que conecta y pone en movimiento energía e información relacionada con nuestra propia Concepción, un acercamiento a ese momento de pureza creativa en que la naturaleza nos brinda "tomar" algo de la fuente creadora del Universo, estadio de Unidad donde nada ha comenzado todavía y se abre un campo de posibilidades del que al parecer hemos perdido noción, una vuelta vibracional al origen donde se postula la posibilidad de armonizar lo que por alguna influencia se bloqueó, brindando así la posibilidad de recrear, reconducir o hacer brillar potencialidades, talentos y metas; de alguna manera se trata de disolver el origen de todo aquello que impide la realización y la andadura vital armoniosa y feliz.
El Mudra de la Concepción se realiza como expone la ilustración, por suave toque de la zona refleja de la Concepción. Para catalizarnos a nosotros mismos situamos simbólicamente nuestra imagen o nuestro nombre en el espacio que hay entre las dos manos mientras trazan el mudra o símbolo, y lo dejamos así algunos minutos, sin indicar ni proyectar un cambio o acontecer concreto, pues es la energía vital la que conoce la intimidad de nuestra situación y qué hacer con ella. De la misma manera podremos situar a otras personas u otros seres como animales y plantas, siempre con su previo permiso; en este punto es muy bello el matiz de Gastón Saint-Pierre, que habla de "invitar" a otros refiriéndose a lo mismo que describimos, lo llamemos "mudra", "ejercicio vibracional", o simplemente una "invitación simbólica" a nuestros minutos de acercamiento metamórfico o catalización.
En el caso del trabajo ajeno, a otras personas u otros seres, el fenómeno de catalización discurre igual, pues cualquier ser y su situación es fruto o expresión concreta de las energías vitales de la creación que la han traído a la existencia y la mantienen en ella; su relativo esplendor viene condicionado por las influencias o perturbaciones presentes en su concepción, e incluso ancestrales. Situarnos en las inmediaciones de la Concepción es situarnos en un ámbito ajeno a las formas del mundo material, en lo más abstracto de la existencia, donde el lenguaje, los modelos, conocimientos y formas posibles de la vida y de la organización del universo carecen de vigencia, es por esto que la energía que informa la vida por entonces mantiene la potencialidad de toda posibilidad, y eso es lo que tratamos de despertar mediante la limpieza o despeje del camino que empieza en estos estadios.
Confiar en las supuestas virtudes del Mudra de la Concepción puede mostrarse ante la razón como una simple ingenuidad o credulidad; sin embargo, los mudras y los símbolos ya existían antes de la Técnica Metamórfica, y con ellos sus atribuidos "poderes", cuyo origen y tradición se pierde en la antigüedad. Por otra parte todos sabemos del gesto y la mirada como formas de comunicación, con lo cual quizás el Mudra Concepción, así como otros mudras que existen en la Metamorfosis, nos conecte con una magia de la vida olvidada o por conocer; sean como sean las cosas está en nuestras manos y entre nuestras opciones la consideración de tales teorías.
Artículo de Dan Varllej
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"Metamorfosis Conceptual"
© 2014 Dan Varllej
Nota: el presente artículo es un trabajo simplemente divulgativo y breve; su contenido jamás puede servir de base para sustituir ni modificar ningún tratamiento ni indicación médica ni psicológica, así como legal u otra adecuada ante cualquier problema o circunstancia.